Gracias, primero a Dios por todas las gracias y bendiciones, inmerecidas siempre, que derrama en mi vida.
Gracias a la Iglesia que me llama y acoje la vocación que Cristo sembró en mi corazón.
Gracias a todos vosotros Diáconos y Aspirantes de Tenerife por vuestra acogida, oración y acompañamiento.
Gracias a Teo, Alejandro, Roberto, Rogelio y sus familias que se hicieron presentes en la ceremonia de mi admisión como Candidato a las Sagradas Órdenes para el Diaconado Permanente.
Que el Señor os bendiga y os colme de bienes.
Alfonso Luis 25 de Julio de 2010
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