viernes, 13 de agosto de 2010

PATRONO



El pasado martes celebramos a nuestro mártir y patrono San Lorenzo. El calor (real) de la celebración hizo honor al martirio sufrido por nuestro Santo Patrono uno de los siete diáconos de Roma, que en su día se lamentaba de no acompañar a su buen obispo y Santo Padre Sixto II: «¿A dónde vas, querido padre, sin tu hijo? ¿A dónde te apresuras, santo padre, sin tu diácono? Nunca antes montaste el altar de sacrificios sin tu sirviente, ¿y ahora deseas hacerlo sin mí?», a lo que el papa profetizó: «En tres días tú me seguirás».

Para los candidatos la celebración fue algo excepcional. Era la primera vez que ambos, Alejandro y Alfonso, servían al altar junto al colegio diaconal de la diócesis (faltó y se hecho de menos a nuestro buen hermano en el diaconado Manolo).



Hay que agradecer al presbiterado que presidió (Eduardo) y acompañó (Macario y dos hermanos sacerdotes más) la celebración que nos regalara esta oportunidad de comunión fraterna y eclesial en día tan señalado.



Fue un día de hermosos regalos para todos, la celebración, la homilía del diácono Celso, la acogida y brindis, los regalos de nuestro jubilado diácono Ramón, el espíritu fraterno que nos acompaño durante toda la tarde y noche. Una maravilla por la que no dejo de dar gracias al Señor.



Acabamos con una cena en la que homenajeamos a nuestro diácono Ramón por los años de servicio prestados en la educación como profesor de Religión Católica, y le ofrecimos una serie de regalitos de lo más útil para estos tiempos de primavera otoñal que se le avecinan.



¡Que Dios nos bendiga, Santa María Virgen nos proteja, y nos regalen más días como este!

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